Pues eso, soñé contigo, no pasó nada espectacular, aunque no debía pasar nada espectacular para que el momento lo fuera, solo era yo yéndote a visitar, abrías la puerta y comenzábamos a caminar en la arena de una playa, platicábamos, nos contábamos cosas, reíamos, nos mirábamos, tu mirabas al horizonte y yo miraba el tuyo, era bueno, hasta que llegamos a un lugar donde había muchos animales, ahí un cerdo me mordía el brazo y después de varias sacudidas salia volando, solo para después ser picado por una serpiente... la cual tome de la cabeza, la arranque de mi brazo (de nuevo el brazo) y la mande a volar también, tu parecías no darte cuenta, yo solo volteaba a verte... y desperté, algo loco no crees?, lo se, era un sueño, no tenia porque tener sentido, pero si lo tuviera creo que me quedaría con la caminata por la playa platicando contigo, te extrañé, mucho tiempo lo hice, y ahora aunque aun lo sigo haciendo, ya se que no somos los mismos, aunque me hubiera gustado tener una platica mas contigo, saber que estabas ahí, compartir contigo tu camino, y saber que estabas bien, que habías logrado todo lo que te propusiste, que eras feliz, alegre, deprimida, triste, que lloraste y que te volviste a levantar, ojala pudiera haber vivido contigo un poco de eso, pero ya pasó, ya no es el tiempo de eso, ahora solo seguimos caminando, cada quien se dirige a un lugar y solo espero que nos encontremos de nuevo en el camino, solo espero seguir soñando contigo.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí, 22 pues según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Romanos 7:21-23 Para los que no lo saben Pablo (o mejor conocido como san Pablo para la mayoría de los que profesan el catolicismo) fue de los mayores ejemplos de como debería ser un cristiano del nuevo testamento de la Biblia, teniendo una historia sorprendente de conversión, cambiando su vida totalmente en un giro de 360 grados, como pasar del norte al sur, de lo salado a lo dulce, de la obscuridad a la luz. Pablo fue un hombre bastante aferrado a su fe, en estos días lo llamarían fanático, encarcelando y matando a todos los que 'estaban tergiversando' su religión. Pero después de un encuentro milagroso (y un proceso bastante duro) cambió completamen...
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