21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí, 22 pues según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:21-23
Para los que no lo saben Pablo (o mejor conocido como san Pablo para la mayoría de los que profesan el catolicismo) fue de los mayores ejemplos de como debería ser un cristiano del nuevo testamento de la Biblia, teniendo una historia sorprendente de conversión, cambiando su vida totalmente en un giro de 360 grados, como pasar del norte al sur, de lo salado a lo dulce, de la obscuridad a la luz.
Pablo fue un hombre bastante aferrado a su fe, en estos días lo llamarían fanático, encarcelando y matando a todos los que 'estaban tergiversando' su religión. Pero después de un encuentro milagroso (y un proceso bastante duro) cambió completamente lo que lo convirtió ahora en una de esas personas de las cuales sentía tanto odio.
Así que después de ese cambió no solo fue uno de ellos, sino también uno de los mas conocidos e incluso, sería aquel que llevaría mas lejos el mensaje de aquellos a quienes antes trató de detener.
Siendo ejemplo, fundando iglesias, llevando el mensaje lo mas lejos posible para poder ser escuchado por todos, vigilando a aquellos en quienes sembraba el evangelio, escribiendo cartas... Y es aquí en donde Pablo dice la cita que va al principio de esta entrada.
Para los que conocen aun mas acerca de la vida de Pablo saben que era casi un 'super' Cristiano, soportándolo todo, convirtiendo y llevando el mensaje de Jesús a muchísimos lugares, viendo multitud de milagros. Increíblemente, y aunque algunos no lo crean (solo bromeo), Pablo era un hombre, un humano como nosotros, probablemente siendo tentado todos los días y mas tratandose de el, así que me reconforta saber que el pasaba cosas parecidas a las que pasamos hoy en día y en estos textos vemos su sinceridad: que el mal esta en mí.
Muchas veces los cristianos nos hemos hecho una mala imagen de santidad no solo para con los demas si no entre nosotros mismos también, cuando lo cierto es que el mal esta ahí, tan cerca que lo podemos tocar y dejarnos llevar por el, y tristemente asi es, a veces es como un mal sueño, pareciera que nosotros no somos nosotros pero cuando abrimos los ojos nos damos cuenta que solo hay una persona culpable ahí... nosotros, y Pablo lo entendía, 'existe un hombre interior que se deleita en la Ley de Dios' hay gozo en hacerla, deleite real, pero también hay otra ley, la ley del pecado que sigue en nosotros, pero creo que lo importante es la palabra que usa Pablo: Cautivo.
Cautivo, que procede del latín captīvus, es un adjetivo que se utiliza para calificar al ser humano o el animal que, por algún motivo, no es libre. El concepto refiere a quien se encuentra en cautiverio.
La noción suele usarse para nombrar a la persona que fue capturada por secuestradores, terroristas, invasores o enemigos.
Pablo habla de 'ser capturados', de no tener libertad, una libertad que se nahela y se desea pero que en este momento esta siendo frustrada por 'algo' o 'alguien'. Y ¿Cual es el punto al que quiero llegar? en que ser cautivo es algo que realmente no deseamos, ¿cierto?, porque que gran diferencia sería si en verdad si quisieramos estar así... ¿ya no seríamos cautivos verdad? si no todo lo contrarío, libres haciendo lo que nosotros queremos... el pecado.
Creo que entendiendo esto podemos tener una visión mas clara de Pablo al decir todas estas palabras, yo no lo había notado pero, creo que a veces no soy cautivo y es ahí cuando me doy cuenta de cuanto me falta aun.
Se que la definición de pecado o 'lo que esta mal' es diferente para cada uno de nosotros y no te mentiré, yo creo en la Biblia, creo en Dios, un unico y poderoso Dios creador de todo, en la trinidad y en su Palabra (redundando con la Biblia), así que lo que creo que esta mal es lo que Dios dice a través de la Biblia que esta mal, si crees tener una idea de lo que hablo pero nunca has leído la Biblia ojala le puedas dar una oportunidad, pero leerla pensando en esto: Dios es bueno y Dios te ama, ojala puedas ver la luz que se encuentra ahí, disponible para todos.
Y termino con Pablo también, con los versículos que proceden después:
24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 ¡Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro! Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne, a la ley del pecado.
Romanos 7:24-25
¡Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro!, solo en El hay salvación y perdón de pecados.
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