-Hijo, nunca confíes en tu corazón porque mas
engañoso es que todas las cosas, los sentimientos podrán parecer muy
buenos y fáciles de seguir, pero cariño, son tan volubles y difíciles de
controlar que seguramente terminaras muy alejado del camino correcto.
Poco tiempo después me daría cuenta de donde saco la abuela esa aquellas palabras acerca del corazón:
» Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 17:9
No acostumbrábamos ir mucho a la iglesia, la abuela tampoco, por eso me sorprendió escuchar aquella cita ese día con el pastor, -¿La abuela en la iglesia? ¿Y no se quemo o algo así?... pensé y no pude evitar esbozar una ligera sonrisa.
Pero
esa noche sabría el porque y desde entonces atesoraría mas esas
palabras de su boca, al principio no lo entendía, pero todo cambia
cuando puedes ver la historia detrás de algo, y pensando en las cosas
espirituales y en Dios mismo es un poco mas comprensible entender aquello de: ama a tus enemigos, seguro que ningún corazón querría algo así.
Así
que ahora miro a la abuela sentada en su silla otra vez, el primer
cerillo se apaga, la abuela lo suelta mientras trata de sonreír después
del primer recuerdo, no lo logra, así que toma otro cerillo y lo
enciende…
Ahora veo a la abuela con una edad mas
adulta, parece tener entre 25 y 35 años, seguía siendo muy hermosa, y
todo parecía ir yendo bien, aunque algo en sus ojos no era igual que
antes, aquella primera decepción había cumplido su objetivo y su brillo
ya no era el mismo, aun así parecía haber logrado salir adelante, estaba
en una reunión con unos amigos, una fiesta, había música, comida, mucha
gente, todo parecía normal, en un momento una de sus amigas se acerca y
salen a un tipo pórtico en la parte de atrás y comienzan a platicar:
- ¿Y… que harás?
- *Ella mira al piso con las manos en la cara* no se… *comienza a llorar*
Me
sorprende lo fácil que se pueden ocultar ciertas emociones, paso de
estar tan “contenta” a llorar como una niña en menos de 5 minutos, y
créanme, esas lagrimas no son de 5 minutos, continua la conversación:
- Tranquila *pone su mano sobre su espalda y se recarga en ella, la abraza* todo saldrá bien.
- Es que no sé qué hacer, en verdad no sé qué hacer…,*no deja de llorar* sabes, he logrado salir adelante de todo, superar a _______ fue difícil, pero lo logre, aquella vez con la enfermedad de mamá, me costó mucho verla así pero lo logré, y ahora tengo que tomar esta decisión y me siento tan vulnerable de nuevo, no había sentido esta sensación desde hace mucho tiempo.
- A ver, tranquila, respira hondo y cuéntamelo todo de nuevo…
Pasa
el tiempo en una larga explicación que no puedo escuchar y que seré
sincero, me quedé con muchas ganas de saber, la platica pasa entre
lagrimas y miradas al cielo tratando de encontrar una respuesta divina,
por alguna extraña razón inmediatamente voltee a mirar a mi lado como si
alguien estuviera ahí y quisiera que le respondiera, ya saben, como
cuando tienes a un amigo a lado y lo miras de tal manera que esperas que
el responda una pregunta,
pero al voltear y no ver a nadie simplemente lo deje en una idea mas
del sueño. Pero termina la conversación y continuo en la escena:
- Y eso es todo…
- …
- … ¿Qué debería de hacer?
Aquí
quiero hacer un paréntesis, su amiga tenia una mirada sincera al dar su
respuesta, ella de verdad quería lo mejor para la abuela, no es que
pudiera ver en su interior, pero extrañamente lo podía sentir, ella la
quería, en verdad la amaba, eran las mejores amigas. Hay veces en las
que la intención es buena y debemos ser lo sufrientemente maduros para
saber que aquellos que de verdad nos quieren no tendrían la intención de
hacernos mal, pero ¡hey! Las emociones del momento siempre nos trataran
de dominar… ¿abuela?... en fin, continuemos:
- Sabes, una vez estuve en una situación muy parecida, y se que sonara a cliché, pero en verdad me funcionó, entiendo esa lucha, la lógica te dicta una cosa, pero el corazón dice otra muy diferente… sigue tu corazón, no importa lo que te diga la razón, en esta ocasión sigue a tu corazón…
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