El video comienza con parte del testimonio de vida del cantante (Marcos Vidal), muy bueno por si lo quieren escuchar, la canción comienza en el minuto 4:23
Era capaz de hacer a un niño reír sin parar,
tenía ocurrencias tan geniales, solo él era capaz.
La cara pintada de colores y en la mano un violín,
que sonaba más o menos pero hacía reír.
Y el caso es que en el fondo era un infeliz,
le parecía ridículo pintarse la nariz,
lucía mucho más un salto mortal
y él quería ser equilibrista
y oír sobre la pista ovaciones
en vez de tanto reír.
Nunca supo asumir su posición, sin darse cuenta
que hacía feliz a tantos en su papel de cenicienta.
Que si un día faltase en el circo llegaría a su fin
que nunca sería el mismo sin su violín.
Pero él seguía empeñado en ser infeliz,
se veía tan ridículo pintada la nariz,
soñaba todavía con el trapecio,
pretendía ser equilibrista
y oír sobre la pista ovaciones
en vez de tanto reír.
Fue una mañana blanca, invernal, tras el ensayo,
no pudo resistirlo mas, se subió en el travesaño,
y al verse en la altura
sintió subirle el vértigo hasta la nuez,
y no habían puesto mallas la ultima vez...
apenas sintió nada cuando cayó,
el domador, que regresaba, fue el primero que le vió.
Logro salvar la vida y un mes más tarde le dijeron:
"Todo ha terminado, el circo ha cerrado,
ya no venían niños a la función."
Hoy vive retirado en algún lugar, en las afueras,
pegado día y noche a su silla de ruedas,
parece que ha terminado aceptándose por fin,
que incluso algunas veces toca el violín.
Diez niños le visitan y le hacen feliz,
cuando les ve llegar a lo lejos, se pinta la nariz.
Y cuando alguno se burla con desprecio, él contesta:
"Sería un miserable, sería yo el culpable,
si no cumpliese la misión que recibí.
Porque aunque fui un fracaso,
soy de profesión payaso,
no me juzgues mal, Dios me hizo así".
tenía ocurrencias tan geniales, solo él era capaz.
La cara pintada de colores y en la mano un violín,
que sonaba más o menos pero hacía reír.
Y el caso es que en el fondo era un infeliz,
le parecía ridículo pintarse la nariz,
lucía mucho más un salto mortal
y él quería ser equilibrista
y oír sobre la pista ovaciones
en vez de tanto reír.
Nunca supo asumir su posición, sin darse cuenta
que hacía feliz a tantos en su papel de cenicienta.
Que si un día faltase en el circo llegaría a su fin
que nunca sería el mismo sin su violín.
Pero él seguía empeñado en ser infeliz,
se veía tan ridículo pintada la nariz,
soñaba todavía con el trapecio,
pretendía ser equilibrista
y oír sobre la pista ovaciones
en vez de tanto reír.
Fue una mañana blanca, invernal, tras el ensayo,
no pudo resistirlo mas, se subió en el travesaño,
y al verse en la altura
sintió subirle el vértigo hasta la nuez,
y no habían puesto mallas la ultima vez...
apenas sintió nada cuando cayó,
el domador, que regresaba, fue el primero que le vió.
Logro salvar la vida y un mes más tarde le dijeron:
"Todo ha terminado, el circo ha cerrado,
ya no venían niños a la función."
Hoy vive retirado en algún lugar, en las afueras,
pegado día y noche a su silla de ruedas,
parece que ha terminado aceptándose por fin,
que incluso algunas veces toca el violín.
Diez niños le visitan y le hacen feliz,
cuando les ve llegar a lo lejos, se pinta la nariz.
Y cuando alguno se burla con desprecio, él contesta:
"Sería un miserable, sería yo el culpable,
si no cumpliese la misión que recibí.
Porque aunque fui un fracaso,
soy de profesión payaso,
no me juzgues mal, Dios me hizo así".
En la vida cristiana aprendemos que "Dios no llama a los capacitados, El capacita a los que llama", en contrapunto a lo que generalemnte y de manera natural estamos acostumbrados, Dios ve mas allá, claro que es cuestión de Fé, porque, que capacidad de utilidad tendría un humano imperfecto frente a un Dios perfecto, pero lo sorprendente es que aun así DIos nos ama y nos puede utilizar, dandose El mismo por nosotros y viviendo en nosotros, siendo parte de nosotros. Dificil de entender pero como dice una vieja canción: No lo puedo entender pero El me ama, no lo comprendo pero El me cubrirá.
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